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Unidas contra la violencia de género: Instituto Europa lucha por la conciencia y la prevención

El sábado 25 de noviembre, se conmemora Día Internacional de la eliminación de la violencia machista y las cifras dan miedo. En Álava, según el departamento de seguridad, han aumentado un 10% respecto al año pasado. Se han abierto 766 expedientes por malos tratos: hablamos vejaciones, acoso, palizas y violaciones. Una auténtica barbaridad, que nos deja la escalofriante estadística de una violación grave al mes en Álava. Situaciones que dejan marcada de por vida a la víctima que además de tratar de recuperarse física y mentalmente viven, en ocasiones, un calvario judicial.

Para tratar de dotar de todas las herramientas posibles, visibilizar y sensibilizar a la ciudadanía el Instituto Europa lleva a cabo, desde hace ya 4 años, un curso que lleva por título, ‘Intervención con víctimas de violencia de género y exclusión social’, y en el que cerca de 35 alumnos anualmente participan y se dan cuenta “de situaciones que vivimos en el día a día de violencia de genero o micromachismos que deberían darse”. Además, el objetivo del curso pasa por dotar a los participantes de estas herramientas “en un trabajo intenso y desde la inteligencia emocional”, como nos ha contado la docente Dora Gálvez.

K77 nos contaba cómo “en el proceso de denuncia te sientes sola y abandonada, y además te hacen, una y otra vez, mil preguntas muy profundas para detectar si lo que estaba contando era cierto”. Por ello, son muchas las veces que la víctima tiene que revivir el sufrimiento al contarlo y repetirlo para tratar de ‘convencer’ a los agentes que lo que dice es cierto, “porque me llegaron a decir que igual sólo era un enfado y no violencia de género”, como indica K77, de hecho “en un momento me enfadé y dije que lo que he vivido en mi casa no se lo deseo a nadie, sólo sé yo lo que he vivido, ha sido un infierno”.

Nuestra protagonista tuvo que convivir durante 4 años con su maltratador, pandemia incluida, y este fue uno de los momentos más duros y complicados “porque tenía que estar 24 horas con él, sin poder salir a la calle, aguantando gritos y vejaciones, fue horroroso, sólo tenía ganas de que terminase para escapar y huir”.

“Necesité de ayuda psicológica para darme cuenta y denunciar”

“Me ha costado mucho salir y darme cuenta de que estaba sufriendo maltrato psicológico, porque lo vivía de manera natural como algo normal”, ha indicado K77, que reconocía como “me afecto mucho esa relación, porque estaba muy perdida y tenía dudas de dónde buscar ayuda y cómo poder separarme”. Gracias a la ayuda psicológica de Hegoak, K77, y después de 3 años de terapia, “me di cuenta que estaba sufriendo violencia de género y me fui a denunciar, pese a las dudas que había también en mi familia que me decían que no había ninguna agresión y que eso que me estaba pasando no podía ser violencia de género, pero al final ellos también lo entendieron y me apoyaron”.

Faltan medidas más allá de la orden de alejamiento

K77 también ha denunciado que más allá de una orden de alejamiento hacen falta tomar más medidas y que las instituciones “pongan el foco sobre los maltratadores y no sobre nosotras, las victimas, ya que parece que somo las marcadas que no podemos ir dónde queramos, cuando debería ser al revés”. De hecho denuncia como “en mi caso la orden de alejamiento no se cumplió porque en más de una ocasión se presentó en mi casa, hasta que exploté y fui de nuevo a los juzgados”.

Además ha querido animar a todas las mujeres que estén sufriendo violencia de género “denuncien, que no se callen, porque seguro que hay alguien cerca de ellas que les puede ayudar. Por favor no os calléis”.

Fuente: Cadena SER